sábado, 29 de octubre de 2011

Posando en la Alameda.

Bonita imagen de los guardias municipales posando con sus flamantes  motos "sanglas", tan de moda en aquel tiempo en el parque móvil del Estado, en la que fue durante muchos años la Avenida de Montero Ríos, convertida en la actualidad, en un gran paseo peatonal, ahí posan para el recuerdo los motoristas, Bouzón, Tani y Vidal.  Detrás, y como curiosidad, otro fotógrafo intenta tomar una instantánea de las señoras, con la Alameda como escenario. Eran los años "ye-yés".


jueves, 27 de octubre de 2011

Inundaciones en el Burgo.

Curiosa y bonita estampa de la salida del Puente del Burgo hacia la carretera de A Coruña (entonces), hoy Juan Bautista Andrade, y donde estaba situada la Capilla de Santiaguiño del Burgo (a la derecha de la imagen), toda inundada por la crecida de las aguas del Lérez. Bastaba un  tiempo lluvioso y mareas vivas para que el río se desbordase como se puede apreciar en la fotografía inundando los bajos y establecimientos que había en la zona del Burgo en aquéllos años.


lunes, 24 de octubre de 2011

Antigua plaza del Mercado.

La Plaza de Valentín García Escudero tenía en las primeras décadas del siglo XX un enorme bullicio comercial debido a la ubicación de la antigua Plaza del Pescado y los puestos y comerciales que estában a ella ligados. También estaba una de las antiguas fuentes de hierro, que servían para dar servicio a la gente, ante la escasez de agua en aquellos años. En la fotografía, en primer plano, en la casa con la galería había un colegio de monjas y después el de La Inmaculada, donde teníamos los chavales de la Academia Cervantes nuestro "centro de operaciones" a la salida del centro antes de ser derribado, ya que nos pasábamos allí muchas tardes. Al lado de éste, un negocio de telas y para cerrar, el Almacén de Coloniales de Valentín Muiños. En frente, estaba el surtidor de gasolina de Cándido que también era el dueño de la Droguería El Puente y ya donde empieza la calle Arzobispo Malvar estuvo (y está) el Bar Gran Parada desde 1965, entonces con Avelino Martín López como su dueño y ya en el año 1974, hasta hoy, al frente de Alfredo Rodríguez Martín. A la izquierda, en el primer edificio, estuvieron inicialmente los Almacenes Afar. Como se puede ver en la imagen todo muy cambiado, hoy hay ahí un jardín y las excavaciones arqueológicas del Puente del Burgo desde hace años.


viernes, 21 de octubre de 2011

Salimos en el "Diario" otra vez.

Pues nada, que los chicos de deportes del Diario de Pontevedra nos sacan en el periódico de hoy 21 de octubre, en la última página del "HQR" Fin de Semana e ilustran la noticia sobre el blog con la foto del Pontevedra de Juveniles de mediados de los setenta y en el que figuran Tilve, José Luís, Caramés, Nito (el hijo de Cholo), Sampayo, Milo (el entrenador actual del Pontevedra), Jaime, Cuqui, Paquiño, Serantes y Eusebio. Quiero darle las gracias desde aqui al periódico de la ciudad, en especial a la gente de Deportes,  compañeros y sobre todo amigos, ya que es la segunda vez en unos meses que hablan de este blog y siempre nos tratan muy bien.


Vistas desde el campanario de Santamaría en 1960.

Gracias a Francisco Luis López que me ha hecho llegar una serie de fotos realizadas desde el campanario de Santa María en los años sesenta, podemos ver y disfrutar, en la primera imagen, como era la desembocadura del rio Rons en la junquera de Alba. Apreciamos como hace cincuenta años la inmensa zona de agua era atravesada por el paseo de Domingo Fontán con su famoso Puente de las Corrientes, al fondo, agua y sólo agua, y, en la segunda, una foto desde el mismo lugar, donde se ve la zona del Burgo, el puente y, al fondo, la Junquera aún en estado "salvaje" cuando aún no habían comenzado los rellenos.

Fotos: Francisco Luis López.

martes, 18 de octubre de 2011

La tienda de Carmiña.

Foto: Rafa/Museo de Pontevedra. Antonio y Carmiña en su tienda de la calle Herreros.
Loly la hija de Carmiña y Antonio, y Pepe, el yerno,
cuando la tienda se convirtió en el Bar "Los Tonios".

Cuando existían los barrios como tal y se hacía practicamente la vida en la calle, los tenderos formaban parte de lo nuestro, eran negocios familiares donde “fiaban” y “anotaban”. En la Pontevedra de hace 50 años, cuando apenas existían los supermercados, como los conocemos hoy en día, estas tiendas “abastecían” al barrio. Los tenderos eran gentes entrañables y conocidas, y cuando nuestros padres nos mandaban a algún recado casi siempre les decías: “dice mi madre que se lo apuntes” y allí lo anotaban sin ningún problema en aquella libreta donde estaba casi todo el barrio. La tienda de Carmiña, que atendía junto a su marido Antonio, y sus hijos, Loly, Rosi, Toño y las gemelas, Flor y María del Carmen, estaba en la calle de los Herreros con fachada a la calle Concepción Arenal, al lado de otro bar emblemático como era (y es) el Nacional, siempre tan concurrido debido a la parada de buses hacia al Salnés que allí había, y enfrente, estaba la imprenta de Ramiro, donde un servidor a mediados de los ochenta trabajaba junto a Carragal, Nardo y Ramiro Paz Veloso, el que fuera socio número uno del Pontevedra y que nos dejó hace poco. Años después la tienda se convertiría en Bar "Los Tonios" y allí tomaba yo todos los días el café de las tres y media junto a Loly y Pepe, que eran la hija y el yerno de Carmiña, antes de entrar en el "curro". En esa época también montaron enfrente de la Discoteca Gólope la Hamburguesería "El Tubo" donde era mi parada obligatoria al salir de trabajar. Antonio, desgraciadamente, hace mucho que nos dejó pero Carmiña ahí sigue al pié del cañon y en su nueva faceta de "escritora", hoy 18 de octubre está de cumpleaños y sólo nos queda desearte que cumplas muchos más. Felicidades por esos 77 Carmiña.

lunes, 17 de octubre de 2011

Alhóndiga.

Calle que ocupaba (y ocupa) la parte posterior del Concello y lugar de paso durante muchos años de celebraciones religiosas como las procesiones de la Semana Santa pontevedresa en su recogida hacia la Basílica de Santa María y, también, de un servidor, camino del Colegio Cervantes en la Plaza Méndez Núñez. Situada entre la calle Bastida y Don Filiberto se intentó cambiarle el nombre en 1854 por la de Plazuela del Ayuntamiento.  Por ahí estuvo el primer establecimiento de Heladería La Ibense en los años cuarenta. En la fotografía, en el primer edificio que hace esquina, estuvo la tienda de Luis de los Reyes donde vendían productos porcinos que él mismo mataba en el bajo que tenía en su casa, al lado de la Peluquería Moreira. Más adelante, después de la heladería, estuvo el Bar el Bodegón y haciendo esquina, el ultramarinos de Carlos, que también tenía una panadería en el lateral del concello, enfrente los antiguos urinarios públicos, al lado ahora del comercio de Pesca de Maquieira. Por la otra acera, comercios como Muebles Mirón (que aún existe hoy en día), la agencia de viajes Linemar y el zapatero.

domingo, 16 de octubre de 2011

70 años.

Borrajo, Taboada, Iglesias, Ponte, Pou, Barrio y Soto en la famosa foto del Pacto de las Palmeras.




Durante el siglo XIX, épocas de romanticismo y espíritu lírico, la actividad deportiva apenas existía en la sociedad pontevedresa. El cambio coincide con la llegada de nuevos valores: Siglo XX, una nueva moda. El deporte pasa a ser un fenómeno social y cultural, convirtiéndose en furor de masas tras el paso del tiempo. En estos años se crea la Sociedad Gimnástica. Las costumbres de Pontevedra cambian. El deporte se ha hecho con el primer puesto entre las actividades de ocio a orillas del Lérez. En este contexto llega el fútbol a nuestra ciudad. Esta práctica, importada de Inglaterra por marinos que arribaban al puerto de Marín o a las Corbaceiras, acapara las charlas en bares y tabernas. En el campo de A Xunqueira jugó nuestro primer equipo de la ciudad: El Sporting, durante muchos años el más representativo. De este equipo salieron jugadores de la talla de Eduardo Novoa o Luis Otero, internacional y olímpico. De la mano del fútbol llegan las primeras rivalidades deportivas con el Vigo y el Fortuna, ambos de la ciudad olívica, retando a los pontevedreses en otro campo de batalla diferente, un campo de fútbol. Con el paso de los años el Sporting se traslada a Campolongo, compartiendo terreno de juego con el recién creado Deportivo, club de procedencia de Pasarín, también internacional y olímpico. Pasa el tiempo y Sporting y Deportivo llegan a un acuerdo de fusión: nace el Atlético Pontevedra, primer equipo en disputar sus partidos en los terrenos que hoy ocupa el Estadio Municipal de Pasarón. Con el Atlético Pontevedra ya consolidado nacen otros dos clubes en la ciudad, Eiriña y Alfonso C.F. Durante bastante tiempo estos tres equipos coinciden participando en campeonatos regionales. Pero llega la Guerra Civil. El arrase que trae consigo la contienda bélica llega también al fútbol y sus consecuencias no se hacen esperar; se suspenden todas las competiciones y cuando éstas se reanudan ya no están todos los equipos, el Atlético Pontevedra desaparece. La hambruna y la pobreza se adueñan de la ciudad en la posguerra. En algunos lugares no hay ni agua corriente.

En la foto de arriba, un partido entre el Celta y el Eiriña jugado en 1933 en Vigo. Sobre estas líneas una formación del Alfonso en 1932.
Pontevedra es una población muerta y decadente y ello repercute en los ingresos de los clubes. La libertades estaban acotadas por la dura censura. Las gentes e industriales, en busca de una evasión, encuentran en el fútbol la solución más propicia. Pontevedra necesitaba un equipo de fútbol, que como deporte y fenómeno de masas empezaba a superar al espectáculo español, las corridas de toros. En 1941, el Eiriña y el Alfonso C.F. continúan su andadura, respaldados por un brillante historial. Ante las dificultades del momento ambos clubes deciden fusionarse para recibir el apoyo de todos los pontevedreses en un solo equipo.
El 16 de octubre de 1941 nace el club que representará a la ciudad por toda la geografía española: nace el Pontevedra C.F. El paseo de Las Palmeras es testigo del acuerdo fundacional. Con el tiempo, la fama y prestigio de este nuevo club de fútbol cruzaría nuestras fronteras, pero eso era algo que por aquel entonces nadie podía sospechar. Camiseta granate, pantalón blanco y medias granates son los colores del nuevo equipo de la ciudad. El 23 de Noviembre de 1941 se constituye la primera directiva, en la nueva sede del club fijada en el inmueble situado en la calle Isabel II, nº 14, bajo del Pontevedra C.F. Como cabeza visible y presidente, Fernando Ponte Conde, acompañado por Manuel Mosqueira Vecino, haciendo las funciones de vicepresidente, José Soto Martínez y Genaro Pou Busto, como secretario y vicesecretario respectivamente, Mario Torre Iglesias y Eulogio Estévez García encargandose de las cuentas, el primero como tesorero y el segundo como contador y Alfredo Borrajo Palacín, Sergio Borrajo Palacín, Ladislao Loureiro Fernández, José Tabeada Lorenzo y Andrés Alcántara Fernández como vocales. Esta directiva nombra como encargado de la formación y preparación del equipo a Manuel Mosqueira Vecino. Él será el encargado de confeccionar fichajes y realizar los primeros entrenos. La primera plantilla granate la formaron Domínguez, Iglesias, Chamosa y Cabanillas como porteros. La defensa la componían Rubial, Sardina, Sebito I, Sebito II, Hermida y Méndez. Como centrocampistas formaban Abeledo, Calviño, Vilas, Quico II, Masito, Roberto, Villa, Oveira y Cima. Y por los puestos de delantero luchaban Portas, Besada, Outeiral, Foro, Corbacho, Galiñanes, Gerardo, Pinocho, Novoa, Piñeiro, Canis Bravo, Camilo, Vega y Rivadulla. Sólo faltaba encontrar un rival para jugar. Y ése no podía ser otro que el vecino de Vigo, el Celta. El 28 de diciembre de 1941 era la fecha escogida para la presentación oficial del Pontevedra C.F. en los terrenos de Pasarón. Para la historia queda aquella primera taquilla: Preferencia 4 pesetas, general 3 pesetas y señoras, niños y militares 1 peseta. Todo estaba preparado. Que empiece a rodar el balón.
Texto: Arturo Beloso.

viernes, 14 de octubre de 2011

El equipo de cadetes del Colegio Inmaculada en 1974.

El Colegio de la Inmaculada que estaba situado en la Avenida de Vigo, después del puente de piedra que había sobre la vía del tren y que tenía un patio que daba a la antigua estación del ferrocarril de Campolongo. Desgraciadamente para muchas generaciones de pontevedreses que por allí pasaron, sufrieron una época escolar en la que "la letra con sangre entra" y el colegio de La Inmaculada era muy famoso por el castigo físico que infringia a los alumnos en aquellos tristes tiempos. En la fotografía, que me pasa mi buen amigo Soto, además compañero de equipo cuando jugábamos en los infantiles del Pontevedra allá por los setenta, podemos ver a los chavales cadetes del colegio, en Redondela, en el campo del Santa Marina, previo al partido que iban a jugar de los Campeonatos Escolares que se celebraban entonces.
Por ahí andaban pateando al balón en 1975 (arriba en la foto, izq. a derecha) Miguel Novegil, un enamorado del Squash y dando clases por el centro de Pontemuiños, Cimadevila, muy conocido en Pontevedra por los negocios familiares, como se dice por aqui, Moncho, que fuera portero del Pontevedra CF., Paco Barroso, dueño de la Cafetería "Barbarella" en la calle Manuel del Palacio, Garrido, jugó conmigo en los infantiles del Pontevedra, pero desgraciadamente hace años que no se nada de el, Pepe Barroso, empleado del Liceo Casino de Pontevedra y hermano de Paco, Soto, el que amablemente me cede la foto y taxista en la ciudad, Serafín Novás, Médico pero tampoco sé por donde anda, Tino, taxista también en Pontevedra, Campitos, funcionario del concello de Pontevedra y con el que coincidí en algún equipo y por último Paco Castrogolán, también compañero de equipo de un servidor en los infantiles del Pontevedra, vive en Dorrón. Toda una generación de recuerdos.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Fernando Trigo.

Fernando Trigo en Luanco,
junto con Carlos, en la Fase
Final Nacional de Juveniles,

antes de jugar contra el 
Sporting de Gijón.
El delegado de la base del Pontevedra en los años setenta. Para mi una persona de las que mejores recuerdos tengo, junto con Moncho Saborido, cuando andábamos por las categorías inferiores de la casa granate. Recuerdo en aquellos años cuando toda la chavalada quería formar parte del Pontevedra y nos presentábamos a las pruebas que se hacían en la vieja Junquera para ver si nos cogían. Durante muchos sábados intentábas pasar los entrenamientos para poder jugar en los infantiles del Pontevedra y muchos lo dejábamos al ver a cientos de chavales que se presentaban para lo mismo en el viejo campo de entrenamiento. Recuerdo que fue Fernando Trigo, durante muchos años empleado de Transportes La Unión, el que me "fichara" para jugar en la cantera granate, se había acercado hasta la Alameda, donde solíamos jugar al fútbol a principios de la década, para animarme de jugar en el los infantiles, después de abandonar las pruebas, recuerdo que me convenció y asi podía jugar con mi amigo de la calle, José María Picallo. Era Fernando Trigo, una buena persona, aunque muchos lo tachaban de muy serio, y sobre todo muy recto en su trabajo. Me iba a buscar a casa para los "entrenos" y después me llevaba de vuelta y, la verdad, tengo muy buenos recuerdos de él. En los viajes, en aquel microbus "con chepa" de Paco Piñeiro por aquellos campos de la provincia, solíamos gastarle alguna broma que otra y siempre nos contestaba con aquel "no se pasen". 
Hace muchos años que ya no está con nostros, pero Fernando Trigo siempre estará en un lugar especial de mis recuerdos. En la fotografía de abajo, equipo del Pontevedra infantil del año 1972. De izq. a derecha: Monchiño, otro de los grandes personajes del Pontevedra, el zapatero, el que cuidaba el material; Segura, Ameneiro, Garrido, Carlos Suárez, Ramos, Carlos, Villanueva, Cons y Fernando Trigo. Agachados: Costas Vence, Barroso, Herrera, Salvador, Johnny, García-Barrio y Golobardas. ¡Que grandés recuerdos!.


lunes, 10 de octubre de 2011

Regulando el tráfico en La Peregrina.

Ahora que tan está de moda la Plaza de la Peregrina, como centro de quedada de la juventud pontevedresa, hubo una época hace más de cuarenta años en que los guardias municipales o como popularmente conocíamos como "bacenillas", que tenían que regulabar el tráfico, escaso, subidos a las peanas que había en todos los cruces de calles de la ciudad. En este caso, podemos ver una estampa típica de la Plaza de La Peregrina hacia Michelena donde se puede ver la calle sin apenas tráfico y el aparcamiento que había de bicicletas, tan usadas entonces.  A la derecha, la Plaza de la Herrería.




sábado, 8 de octubre de 2011

Saltimbanquis en la Plaza de la Herrería.

Bonita imagen que retrató Zagala de los "saltimbanquis" o "titiriteros" en la Plaza de la Herrería, o de la Constitución como se llamaba entonces, en el año 1885. Podemos apreciar como los "escolares" ataviados con sus mandiles presenciaban, en un entorno maravilloso, con la iglesia de La Peregrina como testigo, la actuación de los acróbatas en su estancia en Pontevedra hace más de ciento veinticinco años. A la izquierda podemos ver el desaparecido "Panterno", más tarde  convertido en los Jardines de Casto Sampedro.

Mercado en el Panterno

Imagen del puesto de venta, de sandias, en lo que a finales del siglo XIX conocían como el "Panterno" o "Panterre", antes de su transformación, años después, en los Jardines de Casto Sampedro que que hay en la actualidad y donde se ubicó la famosa fuente, la que "da de beber a quen pasa", la de la Herrería. En la foto de Zagala/Museo de Pontevedra, se pueden apreciar las columnas que daban entrada a la plaza, que tenía un cierre de hierro, con bancos de piedra para poder descansar y, la subida de tierra que daba a la iglesia de San Francisco.


jueves, 6 de octubre de 2011

¿E decímolo ou non decimos?

Gracias a mi buen amigo Manolo Yáñez, cámara de radio televisión española durante muchos años, podemos disfrutar de este cortometraje que el dirigió en el año 1985 ¿E decímolo ou non decimos? rodado en Pontevedra y en el que se pueden ver personajes y lugares muy conocidos de nuestra ciudad. El corto está basado en un cuento de Anxel Fole y trata de una broma que le gastan a un amigo que tiene fama de gafe y consiste en un asesinato imaginario.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Manolo, el de la tienda.

Tenía la tienda en un bajo de la calle Virgen del Camino, era un tendero de los de antes, de los de apuntar y fiar. De cuantos apuros nos habrá sacado, sobre todo los domingos y festivos, cuando no abría nadie y te acercabas hasta su tienda dispuesto a sufrir la cola que siempre se formaba para poder comprar. Ahí le tienen en aquel local, un poco revuelto pero que era el sello de la casa, donde se pasaba muchas horas y  nos atendía siempre con amabilidad Manuel Vilaboa. Hace tiempo que nos dejó y, desgraciadamente, Pontevedra se perdió a un tendero de los de toda la vida.


The winner is Óscar Sayans.

El Pontevedrés donde jugaba Óscar en 1975.
(izq. a derecha) Domato, Oscar Sayáns, Antonio,
Sayáns (el hermano), Pancho, Carrión, Magdalena.
Sete. Agachados: Geno, Félix, Isidoro, Silva,
Fernando Moldes, Celso, Paredes y Jose Emilio.
En la España de finales de la dictadura, abundaban los festivales de la canción a lo largo de todo el estado. Pontevedra no podía ser menos, y en la primavera de 1974 se celebró el concurso en el Pabellón Municipal de Deportes, presentado por Miguel de los Santos que dirigía en aquellos momentos el programa "La Gran Ocasión" para televisión española y acompañaban a los concursantes la Orquesta "Chicos del Jazz". El ganador de aquélla edición en nuestra ciudad fue el que por aquél entonces era jugador del Atlético Pontevedrés en la "Serie A" Óscar Sayans, recompensado con 30.000 pesetas de la época (180 euros), en segundo lugar quedó el cantante de Cangas Xoan de Aldán, y tercero los componentes del grupo coruñés "La Familia". Recuerdo que jugábamos en la base granate y que nuestro entrenador Serafín Neira nos "obligó" a ir al festival para poder aplaudir a nuestro cantante y apoyarlo durante todo el concurso, aunque me temo que Óscar ganó por  el enorme talento que tenía como solista y no porque nosotros "montáramos" jaleo.

Óscar Sayáns, acompañado por Xoan de Aldán (derecha) y el grupo coruñes "La Familia" (izquierda) en el momento de entrega de los premios.

martes, 4 de octubre de 2011

Rock and Roll en Atlántida.

Imagen del primer concurso de Rock and Roll en la Discoteca Atlántida de Pontevedra, en la primavera de 1974, que estaba en la calle Benito Corbal, enfrente del Cine Victoria y al lado del emblemático Restaurante Calixto. En la fotográfia podemos ver dentro de la cabina de discos a "Jota M" y a un sonriente Juan Viana que eran los "discjokeys" de la discoteca y, delante, formando parte del jurado a (izq. a derecha) José Benito Rey Dovalo, más conocido por "Senito"; Julio, el que fuera "pincha-discos" de Equus (discoteca inaugurada a finales de los 70 por el cantante Miky "el chico de la armónica" y donde un servidor estuvo presente) y a Lola Varela con los trofeos que se iban a entregar a los ganadores entonces.




Carretera de Vigo.

Fotografía tìpica de la Avenida de Vigo hace cincuenta años, con apenas circulación por la rúa y a la que entonces se le conocía como "Carretera de Vigo". Un "600" aparcado al lado del puente de piedra, por donde pasaba la linea del ferrocarril de Eduardo Pondal. Dos automóviles circulando por el viejo pavimento, donde el tráfíco era inexistente y algunos edificios se empezaban a construir. A la derecha, y llegando a la calle San Pedro Alcántara, abierta en 1950, está la fachada con sus escaleras del "famoso" Colegio de la Inmaculada Concepción, donde por sus aulas pasaron muchas generaciones de pontevedreses, que contaban (y cuentan) que más parecía un centro de régimen militar que de estudios.

Foto: Diario de Pontevedra.





















Sobre estas líneas, el inicio de la Avenida de Vigo. A la izquierda, estaría ahí muchos años el Garage Puig, que fue gasolinera también. En frente, en la otra acera, donde está la casa con la finca, construirían el Sanatorio Santa Rita, donde por cierto, nacieron mis tres hijos en 1980, 85 y 92 asistidos por los doctores Alonso padre, en el primero, e hijo en los dos siguientes.

sábado, 1 de octubre de 2011

La Glorieta de Compostela

Tal y como estaba hace 50 años (hoy está ahí la famosa fuente de los niños), al fondo, haciendo esquina con las calles Sagasta y Joaquín Costa, el edificio de muebles Míguez, enfrente (ya en Fray Juan Martín de Navarrete), el edificio más alto, la "casa rosada" donde vivían los Corcoba, que le teníamos miedo la chavalada de Pontevedra, erán tantos hermanos que "sembraban el pánico" por generaciones. Recuerdo cuando era niño, allá por los sesenta, estar en la sala de futbolines que había en el casco histórico, "El Submarino" en la calle Isabel II, y cuando alguien decía: "que vienen los Corcoba" se quedaba el local vacio. Al lado, de la casa rosada, estaría después el Sanatorio Domínguez, junto a ésta, el edificio de los Corrales, que aún existe en la actualidad, después los coloniales de Toribio Prieto y años después edificarían un poco más adelante el Cine Gónviz. A la salida de las películas, nos acercábamos hasta la Pastelería Perú para tomarnos "algo" o hasta el Bar "Acapulco" que estaban en la misma acera.
En la imagen vemos una bonita fotografía con ningún tráfico, y los pocos vehículos de la época que había, los Seat "600", "Gordinis" y aquellas motocicletas "velósoles" que tenían un motor con una marcha delante del manillar. En primer plano el niño, cartera del colegio en mano, y disfrutando de los tebeos del quiosco de Suso, detrás, tapado, estaba "El Portugués" donde alquilaban y arreglaban bicicletas y el zapatero. Aunque no salen en la imagen, estaban "Mardy" que venía de la calle Andrés Muruáis y el famoso bar "Garba".
























Sobre estas lineas, una concentración de "Vespaclub" en la calle, capitaneados por el motorista muncipal Cláudio Sánchez.