miércoles, 30 de noviembre de 2011

El "Coralín"

Diego, con "sus" cabezudos. Foto: Javi Carballeda
Parece mentira que la calle San Román sea una de las más emblemáticas y en pleno corazón del casco histórico pontevedrés y que carezca, o apenas haya imágenes, o fotografías que así lo atestigüen. Llegabas a el "Coralín" a través de la Plaza de la Herrería donde estaban los Almacenes Clarita en ambos lados, el edificio de la imprenta El Pueblo, donde en la segunda década del siglo XX, en su primer piso, estuvo la Telefónica. Después la tienda de Ramona, una hija suya estaba casada con el famoso locutor de radio entonces,  Paco Vélez. Recuerdo crecer con el sonido tan característico que despedían las máquinas tipográficas del taller que daba a la calle San Sebastián. 
Antes de Salón Recreátivo había sido el "Bar de Juan" donde conocía, desde niño, a uno de sus empleados, Diego; durante muchos años inmerso también en los cabezudos de Pontevedra y portador de la carroza de La Peregrina y al que años despues veía por las calles de la ciudad, con su carro, recogiendo cartones. Tuve la suerte de conocer a su dueño, Juan, ya que habiamos sido vecinos cuando mi familia vivía en la calle San Sebastián, y siempre me dejaba jugar gratis cuando descansaba Luis, el encargado, y él tenía que estar al frente del negocio. Muchas horas he pasado delante de las máquinas recreativas cuando tenía que estar en clase.
La Sala tenía, a su izquierda, según entrabas, las máquinas donde solíamos pasar la tarde aporréando los mandos hasta que  nos pitaba "fault". Al fondo, subiendo dos escaleras y con una ventana que daba a la calle San Sebastián, estaban los futbolines y el mostrador del encargado. En el interior, y con un balcón que daba también a la calle del Santo Patrón, las famosas mesas de billar "francés" con sus clásicos "rachos" o "sietes" en los tapices que no podían faltar, y las mesas de ping-pong con aquellas raquetas de corcho todas carcomidas debido a la actividad diaria a las que estaban sometídas.  Había quien se lo permitia y compraba las raquetas "profesionales" en Chacón que costaban 125 pesetas, con las dos carás de goma que cuando se le pegaba la bola dibujaba el aire unas "eses"que se te quedaba la cara de tonto.
Recuerdo a uno de los chavales entonces que  también traía su taco de billar de casa incluso con sus tizas de impregnar la punta para que no resbalaran las bolas, todo un lujo para los de nuestra época que no teníamos ni un "duro" y  nos conformábamos (que remedio) con las que había en el local.
Más adelante, pusieron una máquina de música la "jukebox" y entonces el Coralín también se convertía en sala de música, con discos de los "Richard Cocciante", las Grecas, el "Europa" de Santana o el "give a little bit" de Supertramp y sobre todo el "Love to love" de tina charles que sonaba a todas horas. Había también en la Pontevedra de nuestra época, en la calle Andrés Muruáis, otra sala de juegos que se llamaba "Mimos", más adelante ocupada por juguetes Moliner y en San Antoniño otra que le llamaban "El Jardín". Anteriormente, en los años sesenta, estaba el "Submarino" en la calle Isabel II.

La Plaza de la Herreria en un día de mercado a principios del siglo XX, al fondo, la entrada de la calle San Román donde estuvo el Coralín en los años setenta. Podemos ver, también, la cúpula que tenía el edificio donde estaba la Telefónica alquilada a la familia de la imprenta El Pueblo.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Paseos de las Palmeras.

Imagen del año 1905 de uno de los paseos de las Palmeras. En la fotografía podemos ver la parte de atrás del Palacio de la Diputación Provincial de Pontevedra con el cierre que tenía entonces, al fondo, el edificio en construcción, es el actual Instituto Valle Inclán, durante muchos años instituto masculino. A la derecha se puede observar medio cortado el que fuera Teatro-Circo, que estaba instalado permanentemente en el parque y, detrás de éste, el edificio de "Villa Pilar". Un auténtica postal.


jueves, 17 de noviembre de 2011

La Juventud Excursionista Pontevedresa (JEP).

Fotografía de principios de los años 60 en San Cibrán donde están (por la izq.) Javier García Álvarez, destinado desde hace años en el Consulado Español de Mendoza en Argentina; Toño Fondevila, Manolo Carral, desgraciadamente ya no está con nosotros, y, Tino Domínguez, el gran vocalista de los Black Stones y con quien tuve la suerte de coincidir en el desaparecido "Xornal Diario". Agachados, José Gama (quien muy gentilmente me cede la foto) y a su lado Xosé Antón Carral.
Toda esta chavalada, junto con Luis Carral, Manolo Besada (el de la joyería) y alguna vez que otra, Carmelo Vázquez, conformaban lo que por aquél entonces se hacían llamar la "Juventud Excursionista Pontevedresa" que se dedicaban a visitar los montes y lugares de los alrededores de Pontevedra. Se las ingeniaban para buscar "fondos" para comprar tiendas de campaña, linteras y demás utensillos de las pagas familiares y revendiendo las entradas de los toros cuando venía El  Cordobés, Angel Teruel o Palomo Linares. Se compraban las entradas con tiempo y luego las vendían en la reventa sacando además un plus para gastárselo en las Fiestas de la Peregrina. El lugar de reunión de la Juventud Excursionista Pontevedresa (JEP) era una buhardilla en la rúa Naranjo donde tenían una bandera que asomaba hacia la calle hasta que la Policía Muncipal la "confiscó", claro que a lo mejor tenía que ver que los colores eran iguales a los de la bandera Anarquista. Con el paso de los años algunos chavales, cumplida la mayoría de edad, se cansarón y crearon la peña "el Centollo", pero esa es otra historía.

viernes, 11 de noviembre de 2011

El balneario del Lérez.

Dos bonitas fotografías de la época, donde se puede ver el que fuera famoso Balneario del Lérez, en su máximo explendor, a principios del siglo XX. El establecimiento donde se "fabricaban" las aguas minerales del Lérez de Casimiro Gómez y que era muy concurrido por la visitantes de entonces. En la actualidad totalmente abandonado, aunque se puede llegar hasta él a través de un bonito paseo a lo largo de las márgenes del rio.
























jueves, 3 de noviembre de 2011

Los partidos a beneficio del Asilo.

Allá por los años setenta se organizaban una serie de actos a beneficio del Asilo de Ancianos de Pontevedra que culminaban con un partido de fútbol benéfico en el campo de Pasarón, entre dos equipos con jugadores que participaban en la Liga Local de Modestos. Eran dirigidos por los "Moya", "El Niño Jesús", "Touza" o "Mr. Látigo" y siempre se celebraban, todos los años, en el mes de diciembre con gran aceptación de la gente, gracias a la publicidad que durante toda la semana hacía la emisora EAJ 40 "La voz de la provincia", Radio Pontevedra entonces. En la imagen de abajo, retratados para el recuerdo en el viejo vestuario del Pontevedra  Club de Fútbol, de izquierda a derecha están: Ricardo, César, no reconozco a este, pero estamos en ello, Tajes, Iñaqui, Tino Vilas, Javier, Plaza, que era el "ayudante" del "Niño Jesús" (entrenador) y Touza (con polo azul). Agachados; Peter, Camilo Abeledo, Pucho, Lezcano, Bujía y Pedro Abeledo. Como se puede ver en la foto, que me pasa mi buen amigo Bujía, era la época "hippie" para algunos, sobre todo para los hermanos Abeledo.


miércoles, 2 de noviembre de 2011

Plaza de Galicia.

Bonita estampa de una de las zonas de la Pontevedra de los cincuenta, con camiones llenos de trabajadores circulando por la antigua plaza de la Estación del Ferrocarril, hoy Plaza de Galicia. A la izquierda, en primer plano el "Palace Hotel", y enfrente, el edificio donde estuvo la "Antigua Estrella", más tarde, "Ferretería Quintillán", estos dos edificios dando entrada a la calle Andrés Muruáis, por donde subía el tranvía y los trolebuses, después, hacía el centro de la ciudad, camino de Lérez y Alba. Edificio de "Quintillán" que aún existe hoy en día. Más adelante en la misma acera y subiendo hacia la Avenida de Vigo, también estuvo otro de los establecimientos hoteleros de la Pontevedra de entonces, el Hotel Madrid. Hoy la zona, prácticamente irreconocible de como estaba a mediados del siglo XX.

Foto: "Galicia: O oficio de vivir". Gonzalo Allegue.