jueves, 25 de abril de 2013

Las voces de mi radio.

[Sobre estas líneas, grupo de trabajadores de la EAJ40, abajo y agachadas por la izquierda, María Elena Alonso y Meli Fandiño. Sobre éstas, Carlos Hermida, Jorge Hermida, Balbino de las Fuentes Mora, Don José Hermida, Benigno de la Torre y Armindo de las Fuentes Mora. Fila de detrás, Manolo Fernández, José Luis Adrio Poza, Pilar Fariña, Margarita Acuña, Hipólito Fraguas, (-) y Paco Velez. En la foto de la izquierda, abajo, María Elena Alonso y Xan das Canicas, detrás el publicista Tito Ageitos]





En 1972 un nuevo miembro había llegado a la familia, el "850 Especial", aquel pequeño cochecito con asientos de "escay" y volante de plástico que "culeaba" en las curvas y que siempre había que llevar una botella de agua porque se calentaba demasiado el radiador. Atrás quedabna la motora a Lourido o los "troles" a la playa de Portocelo. Los domingos día de playa y de "comida" lo pasábamos ahora en el "asalvajado" arenal de Areas, apenas había casas y casi todo era monte donde se podía comer en sus pinares. Tambíen estaban las cabañas de cemento del Padre Silva que servían de campamentos para los chavales de la "Ciudad de los Muchachos" de Ourense. Allí llegábamos muy temprano dispuestos a pasarnos todo el día en la playa y "acampábamos" delante del único bar que había, el "Areas". Una vez asentados en nuestro puesto playero, lo primero, era poner la botella rellena de tinto de los barriles del bar de Couto en la Rúa Nova y gaseosa de "Eduardo Feijóo"  hundida en la orilla y bien atada con una cuerda, no fuera a ser que se la llevara la marea, para que estuviera fresquita a la hora de comer. Lo segundo, una vez "desembarcadas" y estiradas las toallas y colocada una de las sombrillas compradas en la ferreteria de Varela, sacar la radio y sintonizar la EAJ40 "Radio Pontevedra, al servicio de toda la provincia" para oír "El Gran Musical" en conexión con Radio Madrid que comenzaba a las 12 de la mañana de todos los domingos y donde voces como Joaquin Luqui, Pepe Domingo Castaño o Miguel de los Santos comenzaban a sernos familiares.

Don José Hermida.
Entre baño y baño, jugar al fútbol imposible con aquellos balones de "Nivea" y los anuncios de "Refrey" escuchábamos el hit-parade del 72 "tirados" en la arena y comenzar a parecernos a unas gambas a la plancha ya que de aquélla no se usaba ningún tipo de protección solar. Una vez "comidos" y pasada la hora del parte comenzaba el espacio de "discos dedicados" donde yo recuerdo siempre las voces de Maria Elena Alonso y Meli Fandiño dedicando discos a diestro y siniestro. Los días señalados eran los que más demanda tenían, así mientras uno "respetaba" las olbigatorias dos horas de digestión y después de haberme zampado el pollo con patatas y la tortilla que venía macerando encima del guiso que había hecho mi abuela y con mi madre vigilante donde apenas podíamos meter un dedo en las frías aguas de Areas, escuchábamos a las locutoras a través del dial 1.116 de la onda media de Radio Pontevedra como le dedicaban "Madrecita María del Carmen", de Manolo Escobar, a todas las Cármenes en el día de su onomástica, o los éxitos de entonces a los Pepes y Pepas, o como en aquella vez que el "Échame a mi la culpa" de Albert Hammond fue dedicado a: "Nené", Paqui, Monchiño, los Expósito, José Antonio Couto y Valero..., ¿Valero?, si, Valero, y que era la primera vez que oía mi nombre en la radio, y todo, porque uno de los "golfos" de la pandilla, José Antonio había plantado a la "chavala" y la pobre rapaza no se le ocurrió otra que acercarse hasta la emisora, en la calle Daniel de la Sota, y dedicarnos por despecho el exitoso tema a toda la pandilla.  Después de pasarnos todo el día en la playa y de escuchar discos y más discos dedicados en la EAJ40, sobre las ocho, emprendíamos el viaje de regreso a casa, eso sí, algunos parecíamos más una luz roja como las que tenía la Discoteca Gólope y durante una semana era un horror poner cualquier tipo de prenda que rozara la piel.


Arriba, inauguración de la calle Daniel de la Sota donde estaba la
EAJ40 Radio Pontevedra. Sobre estas líneas, uno de los primeros
edificios de la calle que albergaba la emisora.
Era la emisora que estaba en Daniel de la Sota, la radio de casa, no había otra, apenas había televisión, la carta de ajuste de ésta comenzaba a las 17:30 horas y eran las voces de la EAJ40 las que nos hacían compañía. Recuerdo siempre a mi madre, o mi tía, en la sala de estar de casa zurziendo en aquella vieja máquina de coger puntos a las medias y como tenían pegado siempre a su lado su transistor y desde donde se podían oir aquellas radionovelas tan familiares como "Lucecita" o "Carmiña, la muchacha que vino de lejos" o la saga de "Los Porretas".

Por la noche dormía con mis abuelos, eramos muchos y la casa no daba para tanto, y en la mesilla de noche siempre estaba encendido aquel viejo transistor que ocupaba todo el mueble. Tenía mi abuelo la costumbre de llegar a casa, acostarse y "conectar" siempre con la EAJ40, ya teníamos televisión en casa pero mi abuelo no había adquirido ese "vicio" de verla. Ahí me quedaba dormido oyendo las crónicas deportivas del dúo más famoso, entonces, de las ondas, Barajas y Balbino, los que nos narraban las hazañas deportivas de nuestro Pontevedra por esa España adelante, siempre me acordaré de aquella sección que tenía Balbino de las Fuentes Mora "Canillazos" y que repartía estopa a todo aquel que se saliera del tiesto. Después conectaban con Radio Madrid para contarnos las aventuras de los niños del "Plus Ultra" o escuchar a Alberto Oliveras con "Ustedes son formidables" donde poco a poco un servidor iba cayendo en las manos de Morfeo.



En el video de arriba podemos ver unas breves secuencias grabadas en película de Ricardo Barajas como cronista taurino en la feria de Las Peregrinas y a Balbino de las Fuentes Mora presentando el festival de la "Prudencia" que se realizó en la Plaza de Toros de Pontevedra a finales de los cincuenta y que organizaba Chalo como director de la agencia de publicidad "Alas".

Las voces de la radio

Charla con Balbino de las Fuentes Mora

En los documentos sonoros sobre estas líneas podemos volver a oir las "viejas" voces de la radio. En la foto que ilustra el comienzo de esta entrada está el grupo de trabajadores de la EAJ40 Radio Pontevedra "Al servicio de toda la provincia", a algunos les pongo cara por primera vez a otros tuve la suerte de trabajar junto a ellos pero de muchos me acuerdo, sobre todo de Paco Velez casado con una de las hijas de Dorinda, la de la tienda de al lado del "Coralín", y desde hace años sin noticias "mediáticas" de él, aunque creo, que anda por Moaña; y del que fuera uno de los grande publicistas de Pontevedra, Ageitos, del que siempre lo recordaré en la megafonía del Estadio de Pasarón recitando las alineaciones de los equipos en los inicios de los setenta y por gentileza de "Clarita, de todo para todos en Pontevedra". Otros pasaron antes, desde que se iniciaron las emisiones de la  antes de la trágica guerra, y algunos pasarón después, pero desde aquí este pequeño homenaje a la que fue la banda sonora de mi vida y la de muchos pontevedreses. la EAJ40 "Radio Pontevedra. Al servicio de toda la provincia".

Los "viejos" estudios de Radio Pontevedra. Fotos: Pintos/Museo de Pontevedra.


[Agradecimientos] A Don Jorge Hermida, Meli Fandiño y la emisora Radio Pontevedra por cederme gentilmente los documentos gráficos y sonoros donde podemos volver a recordar nuestras viejas voces. A Carlos Fiuza del CICA como siempre por su "impagable" labor y a José Luis, de Follas Verdes por obsequiarnos con ese" trocito" de video donde sale su suegro "Chalo", Gonzalo Soto, popularmente conocido por el "Guardia Prudencio" y que tuve la suerte de conocer cuando un servidor trabajába en los talleres tipográficos de Cortegoso. Gracias a todos.

martes, 16 de abril de 2013

Juanito.

Juanito junto a su mujer Tita.
La Plaza de Méndez Núñez se llenaba de chavales en las horas del recreo, entonces había colegio por la mañana y por la tarde y la que fuera antigua plaza del pan se convertía en un hervidero de niños y niñas jugando a través de los coches aparcados. En esa plaza, donde está ahora la estatua de Valle Inclán,  cuando nuestra "economía" lo permitía comprábamos los bocadillos de pulpo en La Cañiza y de calamares un poco más arriba en el "Stop" a diez pesetas, algunos aprendimos de memoria los ríos de España, que nos daba el profesor de Geografía Don Alonso, o nos volvíamos locos con las "formulas" de química de Don Santiago, rivalizábamos con nuestro colegio "enemigo" el de Buela a ver quien cantaba las tablas de multiplicar más alto y las podían oir en toda la plaza o como casi siempre, llegada la primavera, todos los sábados arreglábamos "nuestras diferencias" con los partidos de fútbol entre las dos Academias en A Xunqueira o en el Estadio de la Juventud.
Los que allá por finales de los sesenta y comienzos de los setenta íbamos al colegio de Cervantes o al de Buela recordamos muy bien a Juanito el de la tienda, siempre con su bata azul. Esas colas ordenadas que se producían a la salida de los recreos y que se formaban en la entrada del negocio que tenía junto a su mujer Tita. Allí nos aprovisionábamos con aquellos bocadillos de chorizo o salchichón que muy "finamente" nos cortaba el tendero o con aquellas galletas napolitanas azucaradas que casi medían medio metro y que eran toda una delicia. Que paciencia tenía el bueno de Juan cuando allí nos juntabamos muchos de los rapaces de los dos colegios y llenábamos su pequeña tienda. Recuerdo muy bien aquel escaparate que daba a la calle César Boente, la bajada a la Plaza del Pescado, tenía atiborrada su entrada con frutas y hortalizas y siempre, siempre,  aquella caja redonda donde tenía el pescado ahumado o el bacalao. Desgraciadamente Juanito ya hace un par de años que nos dejó y ya sólo nos queda recordar aquéllos buenos momentos.

Arriba uno de los equipos de Cervantes "posando" delante de la grada antigua y repleta del Estadio de la Juventud con uno de los profesores, Jose, antes de jugar un trofeo contra la Academia Buela. Sobre estas líneas, Jose Buela, (en el centro) el sexto de la última fila sentado y por la derecha, con los "opositores" a Maestros.

domingo, 14 de abril de 2013

El Victoria.

Foto de los trabajadores de entonces en el X Aniversario de 1953.
Un pontevedrés criado en Vilalonga, Juan Antonio Torres, que tuvo la gran suerte de trabajar en salas tan históricas para todos nosotros como fueron el Teatro Cine Gonviz, el Teatro Cine Malvar y el Teatro Cine Victoria y que por sus venas, ya desde muy pequeñito, corren fotográmas del Séptimo Arte, nos obsequia con un video realizado hace unos años como homenaje a todos los trabajadores del, tristemente desparecido, Teatro Cine Victoria. Sala por la que pasó la rapazada de miuchas generaciones en aquellas sesiones de tarde para ver las grandes producciones de Cecil B. DeMille como "Ben Hur" o "Los Diez Mandamientos" que duraban cuatro horas y que tenían descanso. Grandes aquellas colas que doblaban la esquina en donde estaba la "Cafetería Beirut" y que se hacían para ver el cine de la transición, el del "destape" o los grandes estrenos como en 1976 de "La Guerra de las Galaxias" donde se tenían que abrir las puertas que daban a la calle del Rouco (Secundino Esperón) para vaciar la sala y no encontrarse con la "multitud" que esperaba para la otra sesión en la galería de entrada al cine por Benito  Corbal. Gracias también a Leni Urtaza que con su ayuda podemos volver a revivir nuestros recuerdos.


Cine Victoria from Jose Valero Casal on Vimeo.

domingo, 7 de abril de 2013

O Viático 2013.

A pesares da intensa chuvia de onte a procesión do Viático volveu a sair como todolos anos, e como ben sendo habitual, desde fai moito tempo, o histórico barrio da Moureira engalanouse para o paso do Santísimo polas súas rúas. Tempos aqueles na que de nenos participabamos na confección das alfombras e colocábamos as bandeiras nas casas, e caseque todolos veciños quedaban ata altas houras da madrugada traballando nas alfombras frorais para ver pasar a mañán seguinte á Santa Custodia baixo palio, escoltada polo batallón de guardamariñas da Escola Naval por aqueles camiños de terra e cheos de pedra, moita pedra, no seu percorrido ata a igrexa de San Roque onde finalizaba a procesión da comuñón dos enfermos.